Reseña: Mystic City

•Título: Mystic City. La ciudad del agua

•Título original: Mystic City

•Autor: Theo Lawrence

•Editorial: Montena (RHM)

•Número de páginas: 430

•Precio: 12 €

•Saga: Mystic City (1/?)

A la venta el 14 de Febrero.

Dos familias enemigas, los Foster y los Rose, mueven los hilos invisibles de Nueva York. Tras años de ardiente confrontación, ahora la ciudad va ser testigo de un acontecimiento inaudito: Aria Rose y Thomas Foster, los primogénitos de cada familia, van a casarse, y su matrimonio simbolizará la unión inquebrantable de los dos linajes.

Mientras tanto, en las Profundidades, un grupo de rebeldes trama una virulenta rebelión política que podría hacer temblar los pilares de la ciudad y acabar con todo lo que los Rose y los Foster han construido...

Para ser sincera, tengo que admitir que este libro me llamó por su portada. Los colores, la silueta, el efecto de las acuarelas… No sé, me parece preciosa. Pero cuando conocí su sinopsis, simplemente supe que tenía que leerla. Y es una pena que se haya convertido en otra decepción.

Manhattan es la Venecia del futuro. Después del deshielo de los polos, la subida del mar inundó muchos lugares del planeta. En la ciudad de Nueva York que se nos describe, la sociedad está fuertemente dividida por dos motivos: tendencias políticas y clases sociales. Con respecto al primer grupo, tenemos a dos bandos enfrentados: los partidarios de los Rose (en el oeste de la ciudad) y los partidarios de los Foster (que gobiernan el este). Y entre las clases sociales encontramos a los pobres y marginados, que viven en las Profundidades al pie de los canales; los místicos, personas con poderes tratados peor incluso que las personas más desfavorecidas; y los ricos, que viven en las Atalayas, refugiados en los pisos más altos de los enormes edificios de hormigón de la ciudad.

Aria, la hija del representante de los Rose, sufre una sobredosis y no recuerda nada de los últimos meses. Sin embargo, está prometida con Thomas, el hijo de los Foster, y su unión en matrimonio será determinante para unir fuerzas y hacer frente a una nueva amenaza: Violet Brooks, una mística drenada que decide presentarse a las elecciones. Sin embargo, la confusión de Aria se intensifica cuando conoce a Hunter, un místico rebelde, y que despierta en ella sentimientos insospechados.

Tengo tantas cosas que decir que no sé por dónde empezar, pero creo que comenzaré con lo que más rabia me ha dado de esta novela: lo predecible que es. No os exagero nada cuando digo que, nada más leer el primer capítulo (sólo el primero, en serio) ya sabía lo que iba a suceder. Todo eran hipótesis, pero la decepción y la indignación fueron en aumento cuando vi que los pasos del autor me iban encaminando a lo que yo había supuesto. No ya decepción por esta novela en particular, sino porque me llevó a pensar que quizá yo misma esté perdiendo la emoción por las novelas juveniles, y es triste.

El autor ha despertado mi ira más de una vez, en serio. En primer lugar, hay más obras en la literatura universal acerca de amores prohibidos y relaciones no recomendadas. No entiendo qué empeño tiene la cultura anglosajona en parecer pobre citando una y otra vez a Shakespeare, pero por favor, haced algo más interesante, que cansa oír Romeo y Julieta una y otra, y otra vez. Lo segundo, Estados Unidos, por raro que le pueda parecer a algunos no es el centro del mundo. Argh. Voy a dejar de leer libros ambientados en este país. Mira que me gusta Romeo y Julieta y Estados Unidos, pero estos detalles empiezan a tocar las narices de aquí la servidora. También me han parecido ver similitudes con la política estadounidense, republicanos y demócratas, Rose y Foster (aunque no supiera identificar cuál es cuál); y las divisiones Este-Oeste me han llevado a pensar en Alemania y el Muro. Y por último, os traigo uno de esos detalles científicos que los escritores se empeñan en modificar a su gusto y no informarse bien. La Antártida nunca va a desaparecer debajo del mar, no la confunda usted, señor Theo, con la Atlántida. El deshielo de los polos, cuando se produzca, producirá un ascenso en el nivel del mar, sí, pero no va a desaparecer un continente entero por ello. Quizá una isla pequeñita del Pacífico sí, pero ¿la Artántida? ¿Y Australia o Nueva Zelanda no desaparecen a pesar de tener una superficie menor? Ya, sí claro. Creedme, que estos temas los trato a diario en clase (estudio Ciencias Ambientales).

En cuanto a los personajes, Aria al principio está confusa y desorientada, pero todo normal en su situación. Sin embargo, a medida que avanzaba la novela, me ha parecido más insulsa y simplona. En los momentos en los que no tenía que actuar con frivolidad para satisfacer a su madre, se mostraba como una niña rica y mimada más preocupada por no manchar su falda o romper sus zapatos carísimos, que por mantenerse a salvo o no romperse la crisma en caso de que se cayera de algún sitio. Aunque debo admitir que en alguna situación sí me ha sorprendido y ha actuado de algún modo que no me cabía esperar en ella. Thomas es un cretino y un engreído, cumple bien su papel, pero apenas le da importancia en cuanto Aria conoce a Hunter. Y éste último me ha parecido el más simple y llano de los tres. No me ha hecho suspirar en ningún momento, lo más interesante que se nos ofrece de él son sus poderes de místico.

Por último quería aclarar unas cosas. A pesar de estos puntos tan negativos que he encontrado en la novela, así como alguna incoherencia y el poco desarrollo que hace de los místicos creados por el autor, tengo que reconocer que no he pensado en dejar de leer la novela en ningún momento. Porque a pesar de todo esto, es un libro bastante entretenido e incluso me atrevería a decir, enganchante, aunque no aporte demasiado al lector como ya os he comentado. Está bien escrito y las descripciones ayudan a situarse bien en la ambientación y la visualización de los personajes. Quizá a Theo Lawrence sólo le falte madurar como escritor para traer una segunda parte un poco más elaborada y con una estructura más estudiada, así como explicaciones que nos faltan en este libro, y es por eso que he decidido no hacer ninguna conclusión ni poner puntuación a la novela. En cuanto a leerme su continuación, si la tiene, no sé qué haré. Supongo que dependerá de las ganas que tenga cuando se publique o si veo reseñas positivas.

*Gracias a Montena por el ejemplar.