Reseña: Ojos azules en Kabul

Ojos azules en Kabul

TÍTULO ORIGINAL: Ojos azules en Kabul

AUTORA: Anabel Botella

EDITORIAL: Plataforma Neo

NÚM. PÁGINAS: 367

PRECIO: 15,90 €

SAGA: -

SINOPSIS

A Saira nunca le ha gustado su aspecto. Es rubia, tiene los ojos azules y todos la llaman kharami, o lo que es lo mismo, bastarda. Vive en Afganistán con su hermana, su madre y su abuelo, y cree tener ocho años. Cuando Ramin −un hombre cruel y fiel seguidor de los talibanes− entra en su vida, la desgracia se cierne sobre su familia para siempre. Pero no todo está perdido para Saira. La pequeña logra viajar a Valencia gracias a las tropas españolas y crece envuelta en el cariño de su familia de acogida, aunque las pesadillas de su pasado no dejan de visitarla. Cuando Pablo le ofrezca la posibilidad de abrirse al amor, ¿conseguirá sanar las heridas de su niñez y empezar a ser feliz?

OPINIÓN

Esta es la primera novela de Anabel Botella que llega a mis manos, así que podéis suponer que no sabía muy bien a qué iba a enfrentarme. Me ha sorprendido encontrarme una novela desgarradora, realista y dura, pero al mismo tiempo tierna y esperanzadora.

Saira ha vivido siempre con su madre Bahar, su abuelo Hamid y su hermana mayor Mariam en una humilde casa en Kabul. Aunque no sabe ni siquiera su edad, porque nadie parece querer recordar el día de su nacimiento, especialmente Bahar. Y es que Saira es completamente distinta a todos ellos: es rubia y tiene los ojos azules, motivos suficientes para ganarse el desprecio y el reproche por parte de los vecinos, a excepción de unos pocos. A pesar de las penurias, la vida es bastante apacible para ella y su hermana, gracias a las maravillosas historias y lecciones de su abuelo. Pero todo se desmorona cuando Ramin se convierte en el señor de la casa y la vida de nuestra protagonista se vuelve insoportable. No se puede reír, contar historias y tampoco soñar en casa. Un nuevo golpe de tuerca acercará a Saira a un grupo de las tropas españolas, y con suerte, cambiará el curso de su destino.

El panorama en este libro es bastante desolador y duro al principio. Las vidas de Bahar, Saira y Mariam se vuelven un infierno por culpa de Ramin. La autora representa el día a día de las tres como una prueba de supervivencia, resistencia y desgaste que pueden llegar a ser agobiantes en algunos casos. Porque la historia es dura, desgarradora, cruel e injusta. Ha sabido representar muy bien esa realidad que, por desgracia, tienen que sufrir muchas personas (sobre todo mujeres y niños) en países dominados por el conflicto y regímenes que son como son. Al mismo tiempo, ha iluminado todo con un rayo de esperanza que intenta colarse entre cada resquicio. Porque, aunque nuestros personajes saben que es difícil escapar de esa rutina demoledora, no pierden las fuerzas para intentar escapar de ella a la menor oportunidad.

Los personajes son fuertes, derrochan energía, son contradictorios como sólo una persona real puede serlo y tienen dudas. Saira, a pesar de que logra escapar de todo lo que ya he comentado, no puede evitar sentirse bloqueada por culpa de su pasado. No olvida a todos los que quiere, ni a la gente que conoció y mucho menos a los que pierde en el camino. Bahar, la más imperfecta y a la vez más compleja de todos, tiene un conflicto interno bastante serio. Ama a su hija y desea todo lo mejor para ella, pero no puede olvidar de quién es hija y el dolor del pasado la atormenta cada día. Mariam será el pilar, la madre y la esperanza de Saira, a la que ama con locura. Saira y Mariam son inseparables, incansables y se atreven a soñar juntas. 

Sólo hay una cosa que no me ha convencido del libro y ha sido el desarrollo de la historia en su “segunda parte”, la que transcurre en Valencia. Si con todo lo sucedido en Kabul, tenía la lágrima esperando una oportunidad de caer, pegada a las páginas e insultando a Ramin por puro enfado, esa segunda parte ha pasado un poco sin pena ni gloria, a excepción del final. Me ha parecido que todo sucedía deprisa, los personajes que aparecen no tienen mayor profundidad y algunos temas se resuelven rápido. Aunque el final vuelve a tomar el rumbo que la novela tenía al principio, combinando a dosis iguales ternura, emoción y la promesa de un futuro mejor para todos.

En definitiva, Ojos azules en Kabul es una historia desgarradora, triste y dura, que a pesar de todo tiene espacio para el amor, el cariño y la esperanza. Con unos personajes inolvidables y que nos muestra el afán de superación y de buscar un futuro mejor. Un libro que os recomiendo con entusiasmo si queréis emocionaros de verdad.

*Gracias a Plataforma Neo por el ejemplar.