miércoles, 26 de febrero de 2014

Reseña: La casa 758

La casa 758

TÍTULO ORIGINAL: 758
AUTORA: Kathryn Berla
EDITORIAL: Nube de Tinta (RHM)
NÚM. DE PÁGINAS: 240
PRECIO: 15,95€
ISBN: 9788415594147

Krista perdió a su madre en un accidente de coche hace dos años y, desde entonces, su mundo se ha roto. Siguiendo una rutina inflexible que ella misma se ha impuesto, día tras día se acerca a la casa 758, el lugar donde vive el chico que provocó el accidente mortal. Krista no sabe por qué lo hace: ¿quiere hacerlo sufrir?, ¿necesita poner cara a su nombre?, ¿dar forma a su odio? Pero la vida de Krista empieza a cambiar con la llegada a casa de su abuelo materno, un superviviente del Holocausto de origen húngaro. Su testimonio logrará sacar a Krista de la apatía y le dará la fuerza que necesita para volver a empezar...

OPINIÓN

Tenía ganas de leer este libro, ya que todas las publicaciones de este sello suelen ser bastante especiales. No obstante, mi sensación final ha sido que la sinopsis prometía algo que considero, no me he encontrado. Sí he hallado entre sus páginas, sin embargo, otra serie de cosas, que igualmente hicieron que disfrutara con su lectura.

La historia tiene por protagonista a Krista, una adolescente de diecisiete años que comienza las vacaciones de verano. Tras la muerte de su madre y de su hermana en un accidente, hace dos años, vive sola con su padre. Krista no ha superado todavía la pérdida, y se encierra en su propio mundo, en el que los elementos principales son su tienda de campaña, instalada en la azotea de su casa; su coche, el Avispón, y la casa número 758. La situación empeora cuando la novia de su padre se traslada a su casa a vivir y tiene que hacer de canguro de su abuelo materno, un superviviente del Holocausto, con el que apenas tiene relación.

La historia se centra en el duelo de Krista, quien es incapaz de seguir adelante con su vida. No deja de pensar en el responsable del accidente, y cada día se para delante de su vivienda (la casa 758) con el coche, sin saber muy bien por qué. La relación con su padre se ha deteriorado y empeorado a raíz del accidente. En todo momento tenemos una visión muy clara y detallada de los sentimientos de Krista al respecto, ya que el libro está narrado en primera persona. Aunque por lo general domina una actitud más bien triste y pesimista, no se hace pesada en ningún momento. La autora ha hecho un buen trabajo con su protagonista, que queda muy definida y con la que conseguí simpatizar casi desde la primera página. Su evolución es evidente, poco a poco va madurando y saliendo de ese pozo de tristeza en el que lleva sumida dos años, y comienza a aceptar la situación, haciendo desaparecer paulatinamente el odio y otros sentimientos encontrados con respecto al responsable del accidente.

Como os comentaba, si bien la sinopsis parece prometer que la historia tendrá como protagonista al abuelo de Krista y su historia de supervivencia al holocausto nazi, nos encontramos algo distinto. Es cierto que el abuelo es un elemento muy importante e imprescindible, diría yo, en la novela, pues es el que da esperanza a Krista. Es el que le enseña que hay que seguir adelante, a través de su propia historia. No se dan muchos datos acerca de su vida de joven, pero sí los suficientes para hacer entender al lector que es una persona que ha sufrido mucho y que ha conseguido avanzar a pesar de todo. Ésa es la moraleja que transmite a su nieta, y ella la toma como ejemplo a seguir. No sólo a través de estas breves pinceladas de su vida, sino también mediante los actos, la actitud y las palabras amables que en la actualidad le dedica a Krista, hacen que nuestra protagonista se cuestione absolutamente todo y empiece a cambiar.

En definitiva, La casa 758 es un libro con un profundo mensaje, el cual se ha quedado grabado a fuego en mi mente. Aunque no me haya llegado tanto como otros libros del estilo, es una novela muy recomendable, entrañable y que sin duda, abrirá los ojos a más de un lector. 

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*Gracias a Nube de Tinta por el ejemplar.