Reseña: La ciudad de la luna eterna

TÍTULO: La ciudad de la luna eterna

TÍTULO ORIGINAL: La ciudad de la luna eterna

AUTORA: Esther Sanz

EDITORIAL: Montena (RHM)

NÚM. DE PÁGINAS: 346

PRECIO: 14,95 €

SAGA: El Bosque (3/3)

El bosque de los corazones dormidos | El jardín de las hadas sin sueño | La ciudad de la luna eterna

SINOPSIS

Cuando el destino cierra una puerta, el corazón abre otra…

Ahora que por fin han desaparecido las amenazas que ponían en peligro el secreto del bosque, Clara ha regresado a Colmenar y trata de acostumbrarse a la tranquilidad de la vida rural, mientras planea trasladarse a la aldea de los inmortales con Bosco. Hace cuatro meses que no se ven, y a Clara la espera se le está haciendo eterna… Pero cuando finalmente llega el momento que tanto ha anhelado, las cosas no suceden precisamente como ella había imaginado. Un descubrimiento inesperado abre un abismo que la separa irremediablemente de Bosco y pone fin a la relación de forma precipitada…

Muy pronto, en un intento de poner tierra de por medio cuanto antes, Clara decidirá viajar a la ciudad del Renacimiento, Florencia, desde donde le han llegado noticias algo extrañas de Robin…

OPINIÓN

Como sabéis, la primera parte de esta trilogía me gustó mucho y la segunda me cautivó por completo. Pues bien, la autora lo ha vuelto a hacer y ha conseguido que este libro me atrapara de principio a fin, cerrando la saga de la mejor manera posible.

En esta novela me ha parecido que todos los personajes continúan su evolución. Por un lado, Clara sigue madurando y me ha sorprendido en más de una ocasión con su ingenio. No obstante, sigue siendo un poco inocente y confiada, sobre todo al principio, y me han entrado ganas de meterme en el libro para decirla algo así como: “¿no te has dado cuenta aún de que no puedes fiarte ni de tu sombra?” Robin sigue siendo la persona más imperfecta del mundo, pero no dudará ni un momento en proteger a Clara o el secreto de la semilla. Me ha parecido el más cuerdo de todo el elenco, con los pies bien puestos sobre la tierra y una determinación de hierro. Bosco es el que menos me ha convencido en esta ocasión. En muchos casos, sus reacciones me resultaron lejanas, poco creíbles y de alguna forma, no pegaban, en mi opinión, con su forma de ser. También aparecerá un nuevo personaje, cuyo nombre no desvelaré, el cual no me esperaba para nada, y que me pareció un poco estrambótico pero que evidentemente, tiene su razón de ser.

Como en las entregas anteriores, la autora nos deleita con una escritura tan sutil y delicada, que es una delicia pasar las páginas. Nos embauca, nos introduce en la lectura y nos hipnotiza por completo. De nuevo, consigue crear esa atmósfera de misterios y secretos que envuelve al lector en todo momento. Así mismo, nos vuelve a transportar a un lugar mágico y enigmático, en esta ocasión la ciudad de Florencia, cuna del Renacimiento.

La acción, presente en cada momento, hace que el ritmo de lectura sea bastante rápido y ágil. Aunque en algunos puntos me pareció que tenía un ritmo más pausado, comparado con el segundo libro, no se hace lento en ningún momento y la historia se disfruta de principio a fin. Por poner un “pero”, quizá me ha parecido que todo se resuelve al final un poco rápido, y me hubiese gustado un poco más de desarrollo de esa parte de mayor tensión. Sin embargo, todo parece concluir como debería y Clara por fin se decanta por uno de los chicos. Por quién, eso es lo que vosotros tenéis que descubrir.

Además, en cuanto al romance, es un elemento bastante importante en esta ocasión, más incluso que en las dos primeras partes a mi parecer. Clara está dividida entre dos corrientes muy fuertes: la perfección y la imperfección, lo blanco y lo negro. Dos chicos muy distintos que aman verdaderamente a la protagonista y que harán lo posible por no ponerla en peligro. Pero aunque pueda parecer un tópico, nada más lejos de la realidad. Esther Sanz lo lleva de una forma tan natural a lo largo de todo el libro, que no me ha sido nada difícil ponerme en la situación de Clara y sentir sus dudas e inquietudes.

En definitiva, La ciudad de la luna eterna es un final maravilloso para una saga  mágica que me cautivó desde el principio. El halo de misterio que envuelve la acción, la prosa tan sencilla y elegante de la autora y unos personajes entrañables, son los culpables de que El Bosque se haya ganado un huequito bastante grande en mi corazón. Sin duda, es una historia que no olvidaré en mucho tiempo, no me ha dejado indiferente para nada y tengo que reconocer que, sobre todo este último libro, me ha hecho reflexionar acerca de unas cuantas cosas. Estoy segura de que pronto volveré a visitar Colmenar, el bosque y las dos ciudades tan cautivadoras que han protagonizado esta saga.

*Gracias a Montena por el ejemplar.