Reseña: Pergamino. El hijo del cazador de libros

•Título: Pergamino. El hijo del cazador de libros

•Título original: Pergamino. El hijo del cazador de libros

•Autores: Sergio A. Sierra y Maritxell Ribas

•Editorial: La Galera

•Número de páginas: 246

•Precio: 17,95 €

•Saga: -

Esta es la historia de Pergamino, el hijo del bibliotecario del reino eslavo de An. Una historia que trata sobre un libro maldito perdido, sobre vanidosas profetisas y tortuosos oráculos y sobre criaturas y poderes antiguos como la noche. Estas son las aventuras de un niño, el hijo del Cazalibros, al que no le daba miedo viajar en compañía de demonios, ni de brujos, ni de legendarios guerreros condenados a la locura con tal de salvar a su padre. Esta es la historia de Pergamino, un niño que vivía en una biblioteca llena de libros y que un buen día descubrió que no todos los relatos tienen finales felices.

Quería hablaros un poco de este libro que, pese a haber sido catalogado como infantil, en mi opinión, de infantil tiene poco y que he disfrutado en los apenas dos días que me ha durado su lectura.

Pergamino ha nacido y crecido rodeado de libros, de lenguas antiguas, algunas incluso olvidadas, y mucha sabiduría en la biblioteca más importante de Oriente. Aprendió a leer antes que hablar, y a escribir antes que caminar. Pero no es para menos, pues es el hijo de Mikhola, el famoso Cazalibros. Sin embargo, una noche, el espeluznante vampiro Yákov acude al padre de Pergamino en busca de un libro mágico que no está en la biblioteca y le echará una maldición. Pergamino, deseoso de ayudar a su padre, no dudará en ponerse en camino y buscar ese libro maldito en compañía de unos demonios.

El etiquetado de libro infantil unido a una sinopsis tan inocente, nos hace pensar en primer lugar que estamos frente a una novela destinada a un público más joven. Sin embargo, lo que nos encontramos al comenzar la lectura es un galimatías de nombres, lugares, ríos, reinos y mil cosas más que no hacen sino confundir al lector. Quizá eso sea lo más negativo que me he encontrado en este libro, porque no he podido seguir completamente la lectura en algunos puntos donde tenía que leer varias veces algún nombre que aparecía, para asegurarme de que lo estaba leyendo bien y constatar si ya había aparecido o era algún personaje nuevo. Entiendo que, como la historia se basa en leyendas y términos eslavos, los nombres se han tenido que mantener fieles. Pero si en un párrafo escribes veinte distintos, la confusión es mayor. Por eso no creo que sea una lectura demasiado apropiada para niños. Eso sí, hay un glosario al final del todo que me aclaró bastantes cosas.

No obstante, sí parece querer reflejar cierta inocencia en algunos momentos, aunque Pergamino nos dé mil vueltas. Es muy resabiondo y sumamente inteligente, ha leído muchos libros impensables para un niño de ocho años, pero se encuentra situaciones muy duras y debe mostrarse valiente para poder hacerlas frente. Resuelve todos sus problemas con una agilidad y un ingenio pasmosos y en fin, me he sentido tonta (mirando a mi pasado) en comparación con él, la verdad.

La trama es un poco enrevesada, y parece imitar un cantar de gesta (o bylinas en términos eslavos) o leyendas de héroes y caballeros. El ritmo no decae y nuestro joven protagonista, así como sus curiosos acompañantes, no sale de un aprieto para meterse en otro. Quería destacar a personajes como Susurramales, un demonio pequeño y orgulloso que me ha encantado, y Cabrunillo, una especie de cabra, cuyas intervenciones hacen mucho más amena la lectura.

No obstante, a pesar de estos "obstáculos" tengo que reconocer que he disfrutado mucho de la lectura de este libro. Nos cuenta una historia llena de aventuras y leyendas misteriosas, un libro en mi opinión muy ameno en el que nos encontramos brujos, demonios, seres inmortales y mil cosas más. 

Por último, quería destacar las ilustraciones. Me han encantado, pero me parecen un poco tétricas y oscuras, de nuevo, para tratarse de un libro catalogado como infantil ya sabéis que soy un poco cagona xDD. La edición también es una maravilla, ya que se trata de un libro en cartoné, cuyas páginas son de papel satinado. Es un gusto pasar esas páginas, en serio. Aunque no hay capítulos marcados, sí que encontramos cierta estructura, y el comienzo de cada uno está identificado por una letra capital preciosa.

En definitiva, Pergamino. El hijo del cazador de libros, es un libro un poco confuso por los nombres y enrevesado como para tratarse de un libro infantil. Lleno de aventuras y acción, nos hace disfrutar de una lectura entretenida y llena de sustos en compañía de Pergamino y sus curiosos amigos recorriendo tierras eslavas. 

*Gracias a La Galera por el ejemplar.