Reseña: Nombre en clave: Verity

TÍTULO: Nombre en clave: Verity

TÍTULO ORIGINAL: Code name: Verity

AUTORA: Elizabeth Wein

TRADUCTORA: Victoria Simó Perales

EDITORIAL: Alfaguara

NÚMERO DE PÁGINAS: 407

PRECIO: 15,95 €

SAGA: -

SINOPSIS

Eso es lo que les hacéis a los agentes enemigos. Eso es lo que nosotros les hacemos a los agentes enemigos. Miro cara a cara a mi futuro y solo tengo una alternativa: cooperar. Es la única salida para alguien en mi situación, una chica descubierta en plena misión. Y haré lo que sea. Cualquier cosa con tal de evitar que el Hauptsturmführer von Linden de las SS me interrogue otra vez. 

   Von Linden ha dicho que si colaboro dispondré de tanto papel como necesite. Lo único que tengo que hacer es relatar todo lo que sé. Y lo voy a hacer. No soportaría otro interrogatorio.

   Pero la historia de cómo acabé aquí empieza con mi amiga Maddie. Ella es la piloto que me trajo a Francia: una invasión aliada de dos personas. Las dos éramos un equipo increíble.

OPINIÓN

Antes de empezar con la reseña en sí, tengo que confesaros que tengo una no secreta fascinación por la primera mitad del siglo XX, y que el tema de los nazis y la II Guerra Mundial me encantan y asquean a partes iguales. He leído ya varias novelas ambientadas en esta época, aunque no tantas como me gustaría, y todas me han dejado la misma sensación: me han impactado.

Haceros un resumen personal, como hago normalmente, tampoco sería adecuado ya que podría desvelar más de lo que me gustaría y la sinopsis oficial es ya bastante elocuente, así que pasaré directamente a mi opinión.

Maddie y Queenie son dos personajes muy bien perfilados. Queenie, la narradora de la primera parte de la novela, es más decidida y fría que su amiga. Cuando trabaja, es capaz de dejar todo sentimiento de lado y centrarse en su tarea, que realiza con agilidad y determinación. Maddie es más indecisa, llorona y miedosa, pero no por ello más cargante, de hecho me ha parecido todo un encanto. Su pasión es pilotar aviones y al parecer lo hace muy bien, más que muchos otros pilotos del sexo opuesto.

Las dos protagonistas proceden de clases sociales totalmente opuestas. Por un lado, Queenie pertenece a una familia rica con ascendencia real, vive en un castillo en Escocia y asistió a la universidad, donde cursó estudios en alemán. Maddie procede de una familia inglesa humilde, vive con su abuelo que tiene un taller de motocicletas y es judía. No obstante, por suerte o por desgracia, la guerra consigue que las dos se conozcan y entablen una amistad más que verdadera.

Quiero que sepáis que llegados a este punto, he tenido que parar un momento porque tenía la piel de gallina. Al final resulta que voy a llorar ahora lo que no he llorado mientras leía el libro, porque sí, estuve a punto en más de una ocasión, aunque logré contenerme. Me estoy haciendo toda una mujercita.

"Las personas somos complicadas. Hay mucho más en nuestro interior de lo que se percibe a simple vista."

Y hablando de mujercitas, me ha encantado cómo la autora destaca el papel que muchas mujeres tuvieron en la II Guerra Mundial y cómo ha pasado al olvido, o no se le ha dado nunca especial relevancia. Maddie y Queenie representan ese pequeño e imprescindible porcentaje de mujeres que fueron cruciales para la contienda, y que, a pesar de sus habilidades, quedaron relegadas a un segundo plano a favor de los hombres.

El realismo de la obra es desgarrador, no sólo por la época y por todo el tema nazi, sino porque Elizabeth Wein ha conseguido integrar una historia ficticia en el marco histórico de la época, de manera que pudiera ser perfectamente un hecho real.

La narración es lo que más me descolocó al principio. La primera parte, narrada por Queenie, se trata de una “confesión” en la que relata todo lo sucedido desde hacía unos años atrás hasta el momento presente, tomando como eje central la vida de su amiga Maddie. Mezcla continuamente el presente y el pasado, y eso me confundió bastante. También habla mucho de aviones y organismos políticos y militares que ni conocía, ni me interesaban y que apenas recordaba en algunos momentos, así que empecé a pensar que el libro me iba a decepcionar. Sin embargo, la carga emotiva y sentimental, la fuerza con la que está escrito, supera y se impone a todo lo anterior. Queenie además, me ha parecido sorprendente en su relato, con ocurrencias disparatadas y en muchos casos incluso graciosas, que han conseguido que, por un lado, tuviera miedo por su suerte y por otro, me haya sacado más de una sonrisa.

"Te odio, Adolf Hitler, hombrecillo brutal y egoísta, por haberte adueñado de todas estas cosas. LO HAS ARRUINADO TODO."

No esperéis encontrar nada de romance en este libro, puesto que de lo que nos habla en realidad, es de una amistad, con mayúsculas, entre dos jóvenes que tuvieron la desgracia de vivir en tiempos de guerra y se necesitaban para sobrevivir.

Tengo muchas cosas más que decir de este libro y todo se reduciría a lo mismo: lo bien hilado que está, la crudeza de algunas escenas y lo emotivas y divertidas que son otras, y de lo impactada que me dejó al final. He dudado mucho porque no sabía si ponerle la nota máxima y al final, he hecho balance y a pesar de lo que me pudo dificultar la lectura la primera mitad de la narración, es una historia tan increíble que tengo que ponerle 5 nubecillas.

En definitiva, Nombre en clave: Verity es una historia de amistad desgarradora, impactante, emotiva, triste e incluso cómica en algunos puntos, digna de todas las buenas valoraciones que he visto por Goodreads. Una historia que nos desvela otra cara más de todo lo que por desgracia, aconteció en la II Guerra Mundial y que me dejó con el corazón en un puño.

*Gracias a Alfaguara por el ejemplar.